No fue D. Roberto el unico participante de este glorioso club, otros cuatros valientes, cuyos nombres citaremos a continuación, acudieron a la cita. Don Victor Díez, Don Miguel Angel Rubio, Don Raúl Collada y Don Pepe Collada no se presentaron en Aranjuez para librar batalla alguna contra el crono, sabedores de su derrota, sino atraídos por un imán endorfínico interior díficil de combatir. Y no por falta de armas, pues todos ellos poseen ametralladoras de pereza llenas de balas de excusas, dispuestas para explotar y soltar esa metralla compuesta por las inclemencias del tiempo o la falta del mismo.
Al contrario de Don Roberto, a ellos no les molestan sus conciudadanos, es algo totalmente opuesto, podríamos decir que es como si tuvieran que nutrirse de estos para sobrellevar las dificultades del camino. El ambiente previo a la disputa de la prueba alimenta sus ansias en la salida, saciando a sus endorfinas diez mil metros despues, generando en sus atleticos cuerpos tal estado de bienestar, que bien merece ser regado con un frío zumo de cebada, y más en este día tan inusual........
P.D: Los daños colaterales de esta lucha entre el salir a correr o no salir, y a los que otros llamarían familia o afición, también alzaron sus copas junto a nosotros, brindando por un próspero año 2009.
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