¡Hola! Víctor, no sé si te habrás
dado cuenta de que algunas cosas de las que se escriben en el blog no están en Facebook.
La mía es una. Un saludo. y FELIZ AÑO 2013
domingo, 30 de diciembre de 2012
viernes, 28 de diciembre de 2012
UN MAILLOT NUEVO PARA EL EQUIPO
Quiero compartir con vosotros una noticia que imagino os alegrará y servirá de estimulo para aquéllos que, algo desgastados por entrenamientos, carreras y viajes en las calurosas tardes de verano, afrontan con agotada desilusión su participación en el Circuito de Carreras del próximo año.
Tras mi fracaso de convocatoria para la carrera de Cuenca quedé tocado en mi orgullo para buscar nuevas iniciativas que den fama y gloria a Pineda y a su club.
Me parecía tan descabellado el siquiera proponérselo que fueron necesarios dos meses para dar el primer paso y atreverme a semejante aventura. En mis entrenamientos por Pinto coincidía muchas tardes con un conocido vecino del lugar. No me costó mucho reconocer su rostro, a menudo oculto con una braga para el frio, pues es de esas sonrisas amplias y agradecidas que te transmiten cercanía, como si hubiésemos estado corriendo juntos toda la vida. De hecho, fue él quien rompió el hielo, seguramente animado por el respeto que debí transmitirle al percatarse de que me había dado cuenta perfectamente de quien era pero no quería agobiarle. Y es que a veces, la fama es un problema. Solíamos ir trotando juntos un par de kilómetros, por el camino que paralelo a la vía te lleva hasta el centro comercial Nassica. Allí, yo aumentaba el ritmo y le dejaba atrás. Hola y hasta luego, campeón fueron mis únicos balbuceos durante muchos días.
Al final y para mi sorpresa, un día, al llegar al punto donde le abandonaba me dijo:
-"Espera hombre, que no me como a nadie. Además, me gustaría estar a tu nivel en la carrera, así que ya puedes ir dándome caña"-.
¡Tierra trágame!- pensé yo. ¿Y qué hago yo ahora?. Pues seguir corriendo, que es a lo que venimos.
Un día tras otro hemos ido intimando algo más. Al hablarle de Cuenca, de Pineda, del club y las carreras, con la emoción que yo le pongo, le ha impresionado el ambiente que respiramos, la camaradería, las comidas y bebidas, el equipo,... Por eso, no podía dar crédito cuando me dijo:
-"¿Y tú crees que yo podría formar parte de vuestro equipo"-
Mi respuesta le sorprendió y fue quizás el motivo que picó su deseo de insistir, pues cuando le contesté:
-"Pues no lo sé, no te creas que este club acepta a cualquiera, además, hemos tenido malas experiencias con algún "famosillo" que nos dijo que iba a correr con nosotros y luego si te he visto no me acuerdo"-
Él me contratacó:
-"Me haría mucho ilusión y te lo digo de corazón. Soy una persona normal y corriente a quien le gusta rodearse de gente que le trate como a uno más. Y no sé por qué me da que con vosotros seré un "broza" más, algo a lo que aunque no estoy acostumbrado, no me importa. Eso sí, por mi trabajo no podré ir a muchas carreras pero tener seguro que a las que me lo permita la competición, iré encantado, aunque sólo sea por probar el jamón y la cerveza, y esos ratos tan entrañables antes y después de las carreras. Sólo por eso merece la pena. Podías hablar tú en mi favor, que te prometo que no te defraudaré. Además, anima a la gente para que continue el año que viene, que aunque por lo que me has contado el circuito desgasta mucho, luego seguro que lo echan de menos"-
Esta es la última conversación que he tenido con un vecino de Pinto llamado Alberto Contador y a quien todos vosotros conoceis por pedalear más que nadie en España, en Francia, en Italia y donde haga falta.
Así que os paso la pelota a vosotros y si quereis que Contador corra con nosotros el año que viene, ya podeis ir votando aquí. Y aprovechar y le dejais algún comentario, pero no os paseis que los va a leer. De hecho, conoce el blog y ha entrado algunas veces. Me ha comentado que la gente participa poco y espera ver ahora que el cotarro se anime.
Yo no he querido decirle directamente que sí porque no quiero llevarme más decepciones con la gente. Si nos equivocamos, nos equivocamos todos, como el EQUIPO que somos.
Un abrazo.
sábado, 22 de diciembre de 2012
martes, 4 de diciembre de 2012
CUENCA, un capricho de la naturaleza
Esta vez quiero hablar de la ciudad de Cuenca, puesto que las excursiones las hemos hecho por la provincia y a la “bella durmiente“ la tenemos abandonada.
CUENCA, un capricho de la naturaleza
La provincia de Cuenca tiene por ciudad la más bella de las fantasías. Y es que esta ciudad nacida en un escarpado farallón, colgada en la inmensidad del universo, gravitando en el espacio y acunada por la melodía del discurrir secular de los ríos Júcar y Huécar, es hoy una admirada Ciudad del Mundo. Dicen que el paraíso era un lugar entre dos ríos, como esta “Mesopotamia” de alta piedra, de luz y misterio.
Por la mañana, al rayar el alba, el sol trata de despertarla. Discretamente se va asomando por los ventanales, mientras ella como ninfa somnolienta y coqueta, se adorna con los encantos de las rocas y se perfuma con las gotas del rocío, que huelen a resina dorada, mezcladas con el verdor del paisaje.
Desde la lejanía Cuenca se ve vertical, por el desnivel desde su alto castillo a sus bajas hoces. La Cuenca alta es un monte tan estrecho, que por eso, cualquier breve paseo discurre del asombro a la fascinación, pasando del espectacular mirador del Júcar sobre los acantilados calcáreos, a la vistosidad de la balconada del Huécar, verde jardín, de la ciudad rocosa.
Desde la lejanía Cuenca se ve vertical, por el desnivel desde su alto castillo a sus bajas hoces. La Cuenca alta es un monte tan estrecho, que por eso, cualquier breve paseo discurre del asombro a la fascinación, pasando del espectacular mirador del Júcar sobre los acantilados calcáreos, a la vistosidad de la balconada del Huécar, verde jardín, de la ciudad rocosa.
Cuenca, conjunto de rocas y farallones tallados lentamente durante siglos por el viento y la lluvia, donde la naturaleza jugando con su fantasía desbordada, ha construido auténticos monumentos de piedra, vibrantes en su propia inmovilidad.

Toda la ciudad está dominada por la Torre de Mangana y su reloj, la única incoherencia de esta ciudad “impertérrita, imperturbable”, en la que las horas y los minutos carecen de sentido.

Cuando llega la tarde, allá en el horizonte, el sol del ocaso se desliza por su silueta, cubriendo sus recodos y farallones. Los rayos, colorean sus mejillas y la visten de fiesta. Cada día, sin querer despedirse, sueña con la madrugada del alba, y con el anochecer del crepúsculo. No quiere que llegue la noche y la cubra con su manto de estrellas, que la hace todavía más bella, y esta celoso ya de no poder verla ni tenerla.

¿Cómo saber cuándo y cómo es más bella?, ¿de día o de noche, por dentro o por fuera, de cerca o de lejos?
De repente soy consciente de que a las horas se las ha llevado el tiempo y al sonido lo ha apagado el silencio, no quiero seguir contándoos para no despertarla de sus sueños mágicos.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)